Ablactación
Ablactación
Por: Susana Manzur Echeguren, Nutrióloga
Tels. 85906037 o 55575954
La ablactación, se refiere a la etapa de tu bebé en la que se lleva a cabo la introducción de alimentos diferentes de la leche materna y/o fórmula, este cambio es muy importante y drástico en la vida de tu bebé por lo que es necesario seguir ciertas recomendaciones:
* Introduce un alimento por día o por semana para que el niño no confunda el sabor.
* De preferencia dale el alimento nuevo al principio de la comida para que lo acepte más fácilmente.
* No presiones al niño a aceptar un alimento que escupe o devuelve porque podría estarle provocando indigestión.
* Con frecuencia los alimentos son rechazados cuando se dan por primera vez, sin embargo debes insistir ofreciéndole el mismo alimento durante varios días hasta que el niño se acostumbre a la consistencia y sabor. Intenta al menos unas 10 veces antes de darte por vencida.
* No añadas sal, azúcar, miel, condimentos, especias, aceites, grasas, u otros complementos a los alimentos porque entonces además de que podrías provocar sobrepeso en el niño, su paladar nunca aprenderá a distinguir los diferentes sabores.
* Evita ofrecerle al pequeño alimentos colados después del sexto mes de vida, para que aprenda a procesarlos en la boca.
* Se debe dejar que el niño determine la cantidad de alimento a consumir.
* A medida que se introduzcan alimentos semisólidos y sólidos, debe reducirse el volumen de leche que ingiere.
* No mezcles los alimentos, si deseas darle papilla hazlo, pero con una sola fruta o verdura para que sepas cómo lo digiere.
* De preferencia dale alimentos a temperatura ambiente.
* Si tu bebé fue prematuro, de bajo peso al nacer o tiene antecedentes de alergia en la familia, lo mejor es comenzar la ablactación a los 6 meses.
En la actualidad los especialistas recomiendan empezar con verduras en lugar de frutas para que no se dejen llevar por lo dulce de las frutas y consuman con gusto las verduras.
Cereales con gluten
Cereales con Gluten
Por: Marimar del Cerro
Es importante que después de los 6 meses de nacido tu bebé empiece a comer cosas más sólidas, éstas le darán todo lo necesario para crecer fuerte y saludable. Lo único que debes de tomar en cuenta es hacerlo lentamente para que no le caiga mal y se enferme.
Al comenzar con nuevos alimentos toma en cuenta las alergias en la familia. Si eres alérgica a los plátanos, o el papá al huevo, evita dárselos como primera opción. Cuando le des a tu bebé algo nuevo de comer y quieras hacerlo de nuevo, espera de dos a tres días para que pueda identificar los diferentes sabores y así no satures su capacidad.
El cereal es un alimento muy común en la alimentación de tu bebé sin embargo debes de empezar con un cereal sin gluten ya que este componente puede ser muy agresivo. El gluten es una proteína que se encuentra en cereales como el trigo y la avena. En algunas personas, puede ocasionar diarrea, gana de peso, talla baja e incluso anemia, uno de cada 1500 niños sufren de enfermedad celiaca.
Ten en cuenta que cada alimento nuevo puede ocasionar una reacción diferente, por ejemplo los salpullidos y vómitos son muy comunes. Consulta a tu pediatra si ves algún cambio en tu bebé, y dale tiempo de asimilar el alimento para que en caso de que le caiga mal, puedas identificar qué fue.
¿Y después de la leche qué?
Después de la Leche
Por: Marimar del Cerro
A los seis meses de edad, tu bebé comienza a despertar y a estar más atento a su entorno, por ello puedes comenzar a experimentar también con la comida. Empieza con sabores suaves, que no sean ni muy ácidos ni muy agrios para que lo vayas acostumbrando a una nueva variedad de alimentos.
Las papillas son el mejor platillo que puede comer un bebé ya que contienen todo lo que necesitan para crecer además de que son suaves y su consistencia molida será fácil para tragar. Si tu bebé experimenta un mal sabor o algo muy duro para él podrá tener problemas para pasarlo y a lo mejor podrá enfermarse, así que tómalo con calma que todavía queda un camino largo por recorrer.
Existen en el supermercado todo tipo de productos que puedes utilizar como suplemento de la comida de tu bebé. Sin embargo siempre será mejor lo que tu le cocines, ya que está hecho con más cuidado y todo tu amor.
Si no sabes qué hacer, te recomendamos esta sencilla receta:
Necesitas: 100 gramos de manzana, 75 gramos de pera, 100 gramos de pulpa de naranja y 75 gramos de plátano. (las papillas frutales son muy buenas para comenzar a alimentar a tu nene).
Lo más importante es comenzar lavando la fruta con agua y jabón, recuerda que pueden traer bacterias que enfermarían a tu bebé, así como sé cuidadosa con los utensilios. Después de lavarlas, córtalas quitándoles el corazón o hueso y mételas a la batidora. Antes de dárselas a tu bebé puedes añadirles cereales, pero recuerda que tienen que ser especiales para bebé, sino serán muy agresivos para su organismo.
No tardarás mucho en hacerlas y rápido podrás ver la sonrisa que tu bebé proyecta al experimentar estos sabores.
¿Amamanto lo suficiente a mi bebé?
¿Amamanto Suficiente?
Por: Yara Vidal
Entre todas las preocupaciones que implica tener un bebé, seguramente te has preguntado: ¿amamanto lo suficiente a mi bebé? Ten en cuenta que cada vez que vas a una revisión médica tu doctor debe llevar un registro del peso del bebé, que es indicativo de la cantidad de alimento que ingiere. Pero si lo deseas, puedes llevar un registro del número de veces que le cambias el pañal. Los recién nacidos comen de ocho a doce veces al día, es decir, cada dos o tres horas; y usualmente hacen pipí de cinco a ocho veces al día y popó entre tres y cuatro veces cada 24 horas. Si tu bebé duerme mucho durante el día, despiértalo para asegurarte de que está comiendo lo suficiente.
A partir del segundo mes, las comidas tendrán un espacio de entre 3 y 4 horas entre cada una. Como regla, trata de alimentar a tu bebé cuando te indique que está hambriento, ya sea por medio del llanto, cuando se chupe mucho los labios, cuando trate de lamerse el puño o cuando te busque constantemente el pecho.
Estos son algunas pistas indicativas de que tu bebé se está alimentando lo suficiente: puedes notar que hay leche en la boca del bebé, el bebé deja de pedir alimento inmediatamente después de amamantar, tus pechos se sienten más suaves después de alimentarlo y él siente que tus pechos se desinflaman después de que tu hijo se alimenta.
Picky eaters: Paladares especiales
Paladares Especiales
Por: Yara Vidal
¿Quién no ha pasado por esto? Se sirve la comida en la mesa, pasa media hora y el niño o niña sigue jugando con la comida en su plato, ni una sola verdura se ha ingerido. Hay que entender que el paladar del pequeño evoluciona al ritmo que lo hacen el resto de sus sentidos y algunos sabores pudieran parecerle demasiado intensos, por lo que puede haber una predisposición a que no les gusten ciertos alimentos.
¿Qué hacer con los paladares difíciles de satisfacer? ¡A disfrazar los sabores! Podríamos darles de comer brócoli en una ensalada o una pizza de brócoli con queso derretido. Te sugiero hacer papillas, sí como cuando eran bebés, pero que no se den cuenta. Licua la zanahoria, calabaza, todas las verduras que no se coman y escóndelas en otros guisados con otras verduras que sí les gusten, como la papa o el elote. Si retiras todas las verduras se darán cuenta y sospecharán. Podrás hacer sopa de lenteja y mezclarle el puré de chayote o en la crema de frijol mete las zanahorias.
Los sabores que más les gustan de los tres a los seis años aproximadamente son: el queso amarillo (trata de comprar uno bajo en grasa), casi cualquier cosa empanizada (cámbialo por un empanizador de trigo o cereal de fibra y usa aceite de oliva o de soya), la salsa catsup (compra la que no tiene azúcar) y el pan (trata que sea siempre integral).
Calidad no cantidad
calidad no cantidad
Por: Marimar del Cerro
Es común preocuparse por la cantidad de comida que un bebé debe ingerir y más aún saber si con ella, está recibiendo lo suficiente. Muchas veces los bebés no pueden ni acabarse un plato de papilla, mientras otros pueden comer varios platos. Esto sucede por diversos factores y debes de acudir con tu pediatra si crees que está sucediendo algo extraño con tu pequeño, sin embargo debes de tomar en cuenta que todos los bebés tienen diferentes apetitos.
Si tu bebé es de los que come poco, balancea su comida para que sea sana, es decir que le aporte las proteínas, minerales y vitaminas necesarias para crecer. Tu pediatra puede darte una dieta que se adecué a las necesidades de tu hijo. Es importante que ambos comiencen a ver cuál es la cantidad exacta en la que él se siente satisfecho y no le des ni de más ni de menos.
Te recomendamos no hacer de la hora de la comida una batalla campal, mejor usa tu creatividad para hacerlo un delicioso ritual. Puedes recurrir a juegos, como el avioncito o cuentos para interesarlo en la comida y así lograr que coma lo indicado. También es importante que a partir de los 10 meses lo incluyas en las comidas o cenas familiares para que se vaya acostumbrando a la dinámica.
Prevén la obesidad en tus hijos
Obesidad en los hijos
Por: Sigrid Arteaga
Actualmente estamos enfrentando un problema muy grave de obesidad infantil. Nuestro estilo de vida en conjunto con la dieta ha generado que esta situación se complique y llegue a porcentajes muy altos en la población.
Cuando son bebés, es normal que sean más llenitos ya que tienen capas de grasa que les ayudan a lidiar con los elementos del medio ambiente y les dan la energía para jugar todo el día. Esta grasa la comienzan a perder normalmente cuando empiezan a gatear o a caminar.
Para prevenir que tu bebé engorde más de lo normal, lo mejor que puedes hacer es comenzar con buenos hábitos alimenticios y el mejor ejemplo eres tú. Si él ve que sus papás comen verduras y frutas, sabrá que es normal hacerlo y se acostumbrará a ello.
Además de esto, tu como mamá podrás ayudarle con el hábito del buen comer. Para ello, trata de amamantarlo el mayor tiempo posible, esto le ayudará a crecer saludablemente y a prevenir obesidad en un futuro.
Cuando ya le estés dando fórmula, dale de comer cada que tenga hambre y no en un horario restringido. Su estómago es del tamaño de su puño lo que significa que funcionará mejor que le des de comer poco pero más frecuente, que mucho por tiempos muy espaciados. Continúa haciendo esto cuando ya esté comiendo sólidos, no es necesario que limpie su plato, lo importante es que encuentren cuál es su punto para estar satisfecho.
También te recomendamos que evites las grasas trans y los aceites hidrogenados. Opta por fruta real en vez de jugo de naranja en lata y elige las grasas buenas como las que se encuentran en las nueces o en el aguacate.
A la par de la buena alimentación, es necesario que se ponga en movimiento. Haz rutinas divertidas con él e inclúyelo como parte normal en su vida. Te lo agradecerán.
Los dulces y los niños
Los niños y los dulces
Por: Sigrid Arteaga
Eventualmente tu niño encontrará la delicia que son los dulces y chocolates. Muy probablemente decida que saben mucho mejor que la comida que regularmente le das y te pida todo el tiempo las golosinas. Y aunque intentes lo más posible rechazarle la petición, dietistas comentan que incluso es mejor dárselo antes de que lo aprendan de la televisión o de sus amigos. Si tu hijo tiene una buena dieta desde un inicio, incluirle estos alimentos sólo en ciertas ocasiones, hará que él entienda que un brownie es rico sólo de vez en cuando.
Entre los 18 meses y 2 años dale porciones pequeñas de dulces y cuando lo hagas no le añadas “equipaje” emocional. No se los des como premio a un buen comportamiento mejor genera una actividad alrededor de ellos. Un maratón de dulces o una historia pueden ser buen incentivo.
Puedes generar tu propia cultura sobre los dulces y chocolates. Véanlos como parte de una dieta normal y hagan una relación positiva con ellos en vez de algo negativo. Experto nutriólogos en Estados Unidos comentan que una galleta salada puede dañar tanto o más los dientes como un dulce. El secreto es mantenerlo en balance y siempre ser los papás buenos ejemplos de una excelente alimentación.
¿Cómo hacer el baño más fácil?
Bebé en el Baño
Entre más organizada estés, el baño será mucho más placentero para tu bebé. Alista todos los artículos necesarios, y tenlos a la mano a la hora de darle un baño al bebé.
– Llena la bañera con agua a temperatura agradable. Compruébalo con el codo.
– Una toalla grande y suave, con caperuza.
– Una esponja y un paño suave para limpiar.
– Bolitas de algodón.
– Shampoo.
-Aceite.
-Pañales.
– Crema protectora contra rozaduras.
-Ropa para bebé.
– Manta o cobija para envolverlo.
– Cepillo o peine suave.
Con todos los elementos listos, podrás dar al bebé el baño que merece y además disfrutar de nos minutos para poder jugar en el agua.
Ejercicios relajantes
Ejercicios Relajantes para los Niños
Acostumbrar tu pequeño desde pequeñitos a realizar actividades físicas al aire libre no sirve sólo para divertirse, también para relajarse. Desde que los bebés empiezan a hacer sus primeros movimientos, están ejercitando músculos, huesos y conexiones nerviosas. ¡Entérate de todos los beneficios que le dará este tipo de relajación le proporciona a tu bebé!
* Se desarrolla un cuerpo definido, ágil y una buena postura.
* Evitará la aparición de lesiones después del primer año de vida.
* Mejora la salud de sus huesos.
* Ayuda a mantener un peso ideal, ya que se consumen más calorías.
* Es ideal para niños ansiosos, hiperactivos, con dificultades en el sueño, en la atención o para aquellos pequeñitos que no tienen apetito.
* Es fuente de bienestar ya que le ayuda a tu hijo a generar endorfinas, sustancias responsables de la sensación de felicidad.
¿Cómo ayudar a tu bebé a ejercitarse?
Lo primero que debes hacer es buscar un espacio donde puedas extender una cobijita para ayudarlo a ejercitarse, puede ser en el jardín de tu casa o cualquier espacio suave donde coloques una cobijita y lo acomodes a el boca arriba.
Ayúdalo en esta tarea moviendo sus piernas y brazos, haciendo que mueva las manos. Asegúrate de que tenga las manos libres de guantes y de juguetes porque si tiene guantes se limita su desarrollo neurológico y motor. Puedes aplicarle el aceite para bebé de la línea Baby Confort, su exquisita combinación de aceites esenciales naturales como el de girasol, tea tree y lavanda con un toque de vitamina E, hacen la diferencia al momento de ejercitarlo.
Cuando tu pequeño empiece a caminar, es el momento preciso para enseñarle a tener una vida activa y llena de energía. Lo principal es educarlo con el ejemplo: que tus hijos vean que papá y mamá también salen a correr al parque o los llevan a jugar, esto hará que ellos lo vean como algo natural y divertido.
Baby Creysi 